¿Podrá Gambia mantener la ley contra la MGF?
"Levantar la prohibición podría obstaculizar las campañas contra la MGF y poner en peligro los logros en materia de derechos de la mujer".
Dra. Natalia Kanem, Directora del UNFPA
Gambia se encuentra actualmente en un momento crucial para mantener la prohibición de la mutilación genital femenina (MGF). En los últimos años, Gambia se ha erigido en uno de los principales defensores de la abolición de la MGF y ha realizado importantes avances para acabar con esta práctica nociva. Sin embargo, el país se enfrenta ahora a una importante decisión a medida que se intensifican los debates sobre la posible derogación de la Ley (de Enmienda) de la Mujer de 2015, que prohíbe la mutilación genital femenina en Gambia.
La MGF es una violación de los derechos fundamentales a un cuerpo intacto.
La mutilación genital femenina no es sólo un problema de salud, sino una violación de los derechos fundamentales de las mujeres y las niñas, como el derecho a la vida, a la salud, a la integridad física y a la protección frente a la discriminación y la violencia. A pesar de los esfuerzos de organizaciones como el Comité de Gambia sobre Prácticas Tradicionales que Afectan a la Salud de Mujeres y Niños (GAMCOTRAP) por concienciar sobre el impacto de la MGF, la práctica persiste debido a creencias culturales muy arraigadas y a presiones sociales.
Organizaciones internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y diversos gobiernos y ONG han destacado las graves consecuencias para la salud de las mujeres y las niñas que tiene la mutilación genital femenina. Por lo tanto, la propuesta de Ley de la Mujer (Enmienda) 2024 amenaza con deshacer años de esfuerzos de educación y concienciación que han llevado a la prohibición legal de la A/MGF en el país.
75% de las mujeres de entre 15 y 49 años están afectadas por la MGF en Gambia. (UNFPA)
Como firmes defensores de los derechos de la mujer y de la erradicación de la MGF, es importante comprender la complejidad de este asunto y abogar por el mantenimiento de la prohibición. Gambia lleva mucho tiempo comprometida con la abolición de la MGF, como demuestra la adopción del Protocolo de Maputo en 2003 y su posterior ratificación en 2005. En respuesta a una resolución de la ONU, el país promulgó en 2015 una ley nacional contra la MGF, sumándose así a los esfuerzos mundiales para combatir esta práctica.
A pesar de los argumentos de que levantar la prohibición de la MGF viola la libertad religiosa, es importante refutar esta idea errónea. Los eruditos islámicos han declarado inequívocamente que la MGF es contraria a los principios islámicos de integridad y es un fenómeno cultural, no religioso. La derogación de la ley contra la MGF en Gambia es motivo de honda preocupación en el país y en toda África, donde la MGF está muy extendida por encima de diferencias étnicas, religiosas y culturales.
Los eruditos islámicos han declarado inequívocamente que la MGF contradice los principios islámicos de integridad y es un fenómeno cultural, no religioso.
Observatorio de Derechos Humanos
Además, el levantamiento de la prohibición podría obstaculizar las campañas contra la MGF y poner en peligro los avances en los derechos de la mujer, como advirtió la Dra. Natalia Kanem, Directora del UNFPA. Dado que sólo cinco de los 58 miembros del parlamento son mujeres, existe una clara necesidad de una mayor inclusión de la perspectiva de género en la toma de decisiones sobre cuestiones relativas a los derechos de la mujer.
El silencio del presidente Adama Barrow sobre la cuestión está provocando una incertidumbre adicional, ya que la decisión depende ahora de una comisión parlamentaria y de una posterior votación parlamentaria. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre, también hay esperanza, ya que se han creado dos peticiones para preservar la ley, que han recibido un fuerte apoyo a nivel nacional e internacional.
El debate en torno a la derogación de la ley contra la MGF en Gambia pone de relieve la compleja interacción entre religión, política y obligaciones internacionales en la lucha contra la MGF. Es crucial proteger los derechos de las mujeres y las niñas y condenar inequívocamente la práctica nociva de la MGF. El resultado de este caso podría tener profundas repercusiones en la lucha contra la MGF, tanto en Gambia como en el resto del mundo.
Así es como puedes apoyar:
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